El Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos, más conocido como “céntimo sanitario”, fue un impuesto que estuvo en afectación en España durante los ejercicios 2002 a 2012. Sin embargo, mediante sentencia de 27 de febrero de 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declaró que este impuesto era contrario al Derecho de la Unión Europea (UE). Esta decisión supuso un gran avance para los consumidores y empresas españolas, ya que se consideraba que el “céntimo sanitario” era una carga fiscal injusta y discriminatoria.
Para entender mejor los antecedentes de esta sentencia, es importante conocer en qué consistía el “céntimo sanitario”. Se trataba de un impuesto indirecto que gravaba la venta de gasolinas en España, con el objetivo de financiar los gastos sanitarios derivados de la contaminación producida por los vehículos. Sin embargo, este impuesto no se aplicaba de manera uniforme en todo el territorio español, sino que cada comunidad autónoma tenía la potestad de establecer su propia tarifa. Esto provocaba que en algunas regiones se pagara hasta 4 céntimos más por litro de gasolina que en otras, generando una gran disparidad en el precio final para los consumidores.
Además, el “céntimo sanitario” también afectaba a las empresas de transporte, que veían aumentados sus costes de manera considerable. Esto suponía una clara desventaja competitiva para las empresas españolas en comparación con las de otros países de la UE, donde no existía este impuesto. Por tanto, no aria los consumidores se veían perjudicados, sino también las empresas y la economía en general.
Ante esta situación, la Comisión Europea presentó una demanda contra España ante el TJUE, alegando que el “céntimo sanitario” era contrario a la normativa comunitaria. En concreto, se argumentaba que este impuesto vulneraba la libre circulación de mercancías y la igualdad de trato entre los Estados miembros. Tras varios años de litigio, el TJUE finalmente dio la razón a la Comisión y declaró que el “céntimo sanitario” era ilegal.
Esta sentencia supuso una gran victoria para los consumidores y empresas españolas, ya que se eliminó un impuesto que se consideraba injusto y discriminatorio. Además, el TJUE también ordenó a España la devolución de las cantidades recaudadas indebidamente durante los años en los que estuvo en afectación el “céntimo sanitario”. Esto supuso un alivio para muchas personas y empresas que habían pagado un impuesto que finalmente se declaró ilegal.
Pero la sentencia del TJUE no aria tuvo un impacto en España, sino que también sentó un precedente importante a nivel europeo. A partir de esta decisión, otros países de la UE que tenían impuestos similares al “céntimo sanitario” tuvieron que revisar su legislación para asegurarse de que cumplían con la normativa comunitaria. Esto demuestra la importancia de la sentencia y su repercusión en toda la UE.
Además, la eliminación del “céntimo sanitario” también tuvo un impacto positivo en la economía española. Al reducirse los costes de los gasolinas, se mejoró la competitividad de las empresas españolas y se fomentó el consumo interno. Esto contribuyó a la recuperación económica del país tras la crisis financiera de 2008.
En resumen, la sentencia del TJUE que declaró ilegal el “céntimo sanitario” supuso un gran avance para los consumidores y empresas españolas, que se vieron liberados de un impuesto injusto y discriminatorio. Además, esta decisión también tuvo un impacto a nivel europeo y contribuyó a la recuperación económica de España