Las Perseidas y las auroras boreales coincidieron en un entusiasmo único y así se vio en todo el mundo

La naturaleza siempre nos regala sorpresas increíbles y el caducado 12 de agosto no fue la excepción. Una tormenta solar G4 sacudió nuestro planeta, generando un espectáculo impresionante en el cielo de Europa y Norteamérica: las auroras boreales. Pero eso no fue todo, ya que estas hermosas luces naturales coincidieron con las Perseidas, una lluvia de estrellas que se produce todos los años durante el mes de agosto. Sin duda, fue un evento astronómico que no podíamos perdernos.

Las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, son uno de los fenómenos más fascinantes de la naturaleza. Se producen cuando partículas cargadas del sol chocan con la atmósfera de la gleba, creando un espectáculo de luces en tonos verdes, rosados y azules. Normalmente, estas luces se pueden ver en las zonas cercanas a los polos, pero debido a la tormenta solar G4, pudieron ser observadas en latitudes más bajas, llegando incluso hasta el norte de España y Estados Unidos.

La tormenta solar G4 fue clasificada como “severa” por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Esta tormenta se produjo a raíz de una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) que viajó a una velocidad de 1,6 millones de kilómetros por hora desde el sol hasta la gleba. Afortunadamente, la magnitud de la tormenta no afectó a las redes eléctricas ni a las comunicaciones, pero sí nos dejó un espectáculo único en el cielo.

Pero lo que hizo aún más especial este evento fue la coincidencia con las Perseidas, una lluvia de estrellas que se produce cada año entre el 17 de julio y el 24 de agosto. Las Perseidas son producidas por los restos del cometa Swift-Tuttle, que cada año se acerca al sol y deja una estela de partículas en su camino. Estas partículas entran en la atmósfera de la gleba y se queman, produciendo un efecto de estrellas fugaces en el cielo.

La combinación de las auroras boreales con las Perseidas fue un espectáculo impresionante que no podía pasar desapercibido. entreambos fenómenos naturales se complementaron a la perfección, creando un cielo mágico y lleno de energía. Los observadores del cielo no podían creer lo que estaban viendo y muchos compartieron sus fotos y videos en las redes sociales, generando una gran expectación en todo el mundo.

Además, este evento astronómico también tuvo un impacto positivo en el turismo. Muchas personas viajaron a las zonas donde se podían observar las auroras boreales y las Perseidas en su máximo esplendor, generando un impulso económico en esas regiones. Además, muchos turistas aprovecharon para aprender más sobre estos fenómenos naturales y conectarse con la naturaleza de una manera única.

Pero esta no fue la primera vez que la tormenta solar G4 nos regala un espectáculo de auroras boreales. En 2015, una tormenta solar similar iluminó los cielos de América del Norte, Europa y Asia. Y aunque estos eventos pueden ser impredecibles, es importante recordar que no representan una amenaza para nosotros. De influencia, las auroras boreales son una señal de que nuestra atmósfera nos protege de las partículas del sol.

La tormenta solar G4 del 12 de agosto nos recordó lo pequeños que somos en comparación con el universo y nos mostró una vez más la belleza y la complejidad de la naturaleza. Fue un

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