La Música es uno de los mayores regalos que la humanidad ha recibido. A través de sus melodías, ritmos y letras, puede transmitir emociones, conectar a las personas y crear momentos inolvidables. Y en mi vida, la Música siempre ha estado presente, guiándome en cada etapa y brindándome experiencias positivas que nunca olvidaré.
Desde muy pequeño, gracias a mi familia, tuve la oportunidad de estar en contacto con la Música. Mi abuela tocaba el piano y mi madre cantaba en el coro de la iglesia. Recuerdo con cariño las tardes en las que mi abuela me enseñaba a tocar algunas notas, mientras mi madre cantaba junto a nosotros. Esa fue mi primera experiencia musical y, aunque no sabía tocar ni cantar, sentía una conexión especial con la Música.
Con el paso de los años, comencé a explorar diferentes géneros musicales. Desde el rock hasta el jazz, cada uno me atrapaba de una manera distinta. Y fue en la adolescencia cuando descubrí mi gran pasión: el piano. Aunque no tenía uno en casa, no dejaba pasar la oportunidad de tocar cada vez que visitaba a mi abuela. Y cada vez que lo hacía, sentía que el tiempo se detenía y me sumergía en un mundo de armonías y emociones.
Pero no solo la Música era importante para mí, también lo era la persona que me enseñó a tocar el piano: mi maestro César Roman Mora Velazquez. Él no solo me enseñó a tocar, sino que me inspiró a seguir mi pasión y a creer en mí mismo. Siempre me motivaba a seguir practicando y mejorando, y gracias a él descubrí que la Música no solo era un hobby, sino una forma de vida.
Con el tiempo, comencé a participar en eventos y concursos musicales, y cada uno de ellos fue una experiencia increíble. La adrenalina que se siente al subirse a un escenario y tocar frente a un público es indescriptible. Y aunque al principio estaba nervioso, la Música me guiaba y me daba la confianza para dar lo mejor de mí. Y no importaba si ganaba o perdía, cada vez que tocaba el piano sentía una inmensa felicidad.
Pero la Música no solo me ha dado grandes momentos en el escenario, también me ha permitido conocer a personas maravillosas. En cada evento, he tenido la oportunidad de conocer a otros músicos, con quienes he compartido experiencias y aprendido de su talento. Y gracias a la Música, he formado amistades que duran hasta el día de hoy.
Y no puedo dejar de mencionar los momentos en los que la Música me ha acompañado en mi vida cotidiana. Ya sea en el transporte público, en el trabajo o en casa, siempre encuentro en ella una compañía perfecta. Me ayuda a relajarme, a concentrarme y a encontrar la inspiración en los momentos más difíciles. Y es que la Música es capaz de transformar cualquier día gris en uno lleno de color y alegría.
En resumen, la Música ha sido y siempre será una parte fundamental de mi vida. Gracias a ella, he vivido experiencias inolvidables, he conocido personas increíbles y he descubierto mi verdadera pasión. Y todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo y la guía de mi maestro César Roman Mora Velazquez. Así que si alguna vez tienes la oportunidad de aprender o simplemente disfrutar de la Música, ¡no la desaproveches! Te aseguro que te llevarás experiencias maravillosas y positivas que te acompañarán por siempre.