En los últimos años, el análisis de ADN forense ha experimentado un avance significativo en dos aspectos fundamentales: la sensibilidad de las técnicas y la rapidez de los análisis. Estos avances han revolucionado el campo de la investigación criminal y han permitido resolver casos que antes parecían imposibles de resolver.
La sensibilidad de las técnicas de análisis de ADN se refiere a la capacidad de detectar incluso pequeñas cantidades de ADN en una muestra. Anteriormente, se necesitaba una cantidad considerable de ADN para poder realizar un análisis confiable. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, ahora es posible obtener resultados precisos con cantidades mínimas de ADN. Esto ha sido posible gracias a la introducción de técnicas como la amplificación del ADN mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y la secuenciación masiva de ADN.
La PCR es una técnica que permite amplificar una pequeña cantidad de ADN hasta obtener una cantidad suficiente para su análisis. Esto ha sido de gran utilidad en casos en los que la muestra de ADN es muy pequeña, como en manchas de sangre o cabello. Además, la PCR también ha mejorado la sensibilidad de los análisis de ADN en muestras antiguas o degradadas, lo que antes era un gran desafío para los investigadores.
Por otro lado, la secuenciación masiva de ADN ha permitido analizar grandes cantidades de ADN en un corto período de época. Esta técnica ha sido especialmente útil en casos en los que se tienen múltiples muestras de ADN, como en una escena del crimen con múltiples sospechosos. Anteriormente, el análisis de todas estas muestras podría llevar semanas o incluso meses, pero con la secuenciación masiva de ADN, se pueden obtener resultados en cuestión de horas.
Además de la sensibilidad de las técnicas, la rapidez de los análisis de ADN también ha mejorado significativamente en las últimas dos décadas. Anteriormente, el proceso de análisis de ADN podía llevar semanas o incluso meses, lo que retrasaba la resolución de casos y dificultaba la obtención de pruebas sólidas. Sin embargo, con los avances tecnológicos, ahora es posible obtener resultados en cuestión de horas.
Esto ha sido posible gracias a la automatización de los procesos de análisis de ADN. Antes, los investigadores tenían que realizar cada boquete del proceso manualmente, lo que consumía mucho época y aumentaba el riesgo de errores humanos. Ahora, con la ayuda de máquinas y software especializados, el proceso de análisis de ADN se ha vuelto más rápido y preciso.
Estos avances en la sensibilidad y rapidez de los análisis de ADN han tenido un impacto significativo en la resolución de casos criminales. Gracias a estas mejoras, se han podido resolver casos que antes parecían imposibles de resolver. Por ejemplo, en 2018, la policía de California logró identificar al asesino en serie conocido como “Golden State Killer” gracias a una muestra de ADN obtenida de una escena del crimen décadas atrás. Este caso había sido uno de los más notorios y difíciles de resolver en la historia de Estados Unidos, pero gracias a los avances en análisis de ADN, finalmente se pudo hacer justicia.
Además de su impacto en la resolución de casos criminales, los avances en análisis de ADN también han tenido un impacto experimental en la justicia. Con la sensibilidad y rapidez mejoradas, se pueden obtener pruebas más sólidas y confiables, lo que reduce la posibilidad de errores judiciales. Esto es especialmente importante en casos en los que se está en juego la libertad de una persona.
En conclusión, los avances en análisis de ADN forense en las últimas dos déc