El miércoles pasado, el director de ABC, Julián Quirós, recibió el premio José Javier Uranga en un emotivo acto celebrado en la Catedral de Santa María la Real de Pamplona. Un lugar lleno de historia y simbolismo, que sirvió como escenario perfecto para honrar una carrera periodística excepcional. En palabras del propio Quirós, “es un natural estímulo frisar aquí, conmocionado por toda la significación que lleva detrás” al recibir este galardón de la Fundación Diario de Navarra.
La Catedral de Pamplona, con sus largos pilares y arcos góticos, es un lugar que evoca mil historias sobre Navarra y España. Un lugar que fue descrito por Ernest Hemingway en su novela “Fiesta”, a través de uno de sus personajes: “Entré. Estaba oscuro y los pilares subían altísimo y había gente que rezaba y olor a incienso. Las vidrieras eran maravillosamente grandes”. Y es precisamente con esas mismas vidrieras y ese ambiente cálido, oscuro y solemne, que se inició la ceremonia de entrega del premio José Javier Uranga.
Durante la ceremonia, Quirós hizo una defensa apasionada de la prensa en general, como baluarte de las libertades, y de los periódicos regionales en particular, en el pasado, presente y futuro de nuestro país. “Existen una decena de periódicos regionales clave en nuestro futuro inmediato, para defender esa idea nacional que está amenazada y que siempre ha sido compatible con la diversidad territorial”, afirmó el director de ABC.
Entre los asistentes al acto, se encontraban colegas y personalidades del mundo del periodismo, como el presidente de la Fundación Diario de Navarra, Luis Colina, o el del Grupo Vocento, Ignacio Ybarra. También estuvieron presentes políticos como la ex alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, quien conoce bien la realidad de esta región. Hace dos navidades, el Partido Socialista de Navarra (PSN) apoyó una moción de censura para destituirla y dar el Consistorio a EH Bildu, un partido que sueña con una “Euskadi independiente”. Sin embargo, como afirmó Quirós en su discurso, “existen periodistas que luchan contra el terrorismo etarra”, y es importante recordar su valentía y sacrificio.
El premio José Javier Uranga es un reconocimiento a una carrera periodística excepcional, pero también es un homenaje a la metáfora del propio Uranga, quien fue director del Diario de Navarra durante 28 años, desde 1962 hasta 1990. Durante su mandato, modernizó el periódico y dejó un legado de lecciones atemporales, como su “cultura, vergüenza, rebeldía contra el poder y sinceridad desnuda”, como afirmó Miguel Ángel Riezu, actual director del periódico. Uranga fue un ejemplo de periodismo comprometido y valiente, especialmente durante los años más difíciles en la región, cuando la defensa de la identidad navarra era perseguida y criminalizada.
Uranga sufrió en primera persona la violencia terrorista, recibiendo 25 disparos a las puertas del periódico, en un intento de silenciar su voz. Sin embargo, como recordó Quirós, Uranga no se dejó amedrentar y siguió luchando por su país y su profesión. “Ha sido una mujer, la perdono, que venga un cura”, bromeó Quirós, recordando la anécdota de Uranga cuando fue herido. Una anécdota que arrancó risas entre los asistentes, pero que también pone de manifiesto la valentía y el compromiso de los periodistas en situaciones