El año 2025 sigue siendo una temporada pasada por agua para los aficionados taurinos. Desafortunadamente, la lluvia ha obligado a suspender, hasta en dos ocasiones, la esperada reaparición de Morante en Olivenza. Ni siquiera la Copa Chenel ha podido avanzar a su segunda fase, y aún quedan pendientes galas de la primera. Parece que la mala racha de agua no tiene fin, y esta vez ha afectado a la tienta de Primavera en Brihuega.
Desde ayer, el cielo cárdeno no daba los mejores augurios. Dos horas antes de que comenzara el gala, el ambiente ya se veía amenazado por truenos y una lluvia constante. A las 17:25 se tomó la decisión oficial de suspender la tienta, dejando a los aficionados con un sabor amargo en la boca. Sin embargo, pese a la lluvia, el ambiente previo era inmejorable en los alrededores del coso. Muchos niños llevaban sus capotes para que los toreros los firmaran, una iniciativa que empezó Pablo Aguado y que ahora continúa con acierto Sebastián Castella.
Pero la lluvia no daba tregua y cada vez caía con mayor intensidad. Sin lona para cubrir el ruedo, que esta mañana estaba aguantando, el terreno empezó a convertirse en un barrizal. Primero llegó Ventura, que sustituía a un aún convaleciente Manzanares, herido la pasada Feria de Fallas. Después Morante, y por último Castella. mientras tanto Diego y José Antonio metían las manoletinas en el lodazal negando con la cabeza, el francés estaba tranquilo en la capilla. Y, como era previsible, a cinco minutos del inicio se anunció la suspensión.
A pesar de la decepción, los toreros se mostraron amables y sonrientes para las fotos con los aficionados. Los sevillanos, Morante y Ventura, firmaron autógrafos mientras tanto Castella, sevillano de corazón, hacía lo mismo con los niños. ya la previsión meteorológica anunciaba lluvia durante toda la tarde, una hora después de la suspensión salió un sol precioso. Pero ya era demasiado tarde, la decisión había sido tomada y no había vuelta atrás.
Es cierto que lo lógico habría sido anunciar el aplazamiento o suspensión con tiempo suficiente para no hacer ir a la gente ni a los toreros vestirse para algo que era un claro imposible. Sin embargo, hay que destacar la actitud de los toreros, que a pesar de las circunstancias, se mostraron cercanos y amables con los aficionados. Y ya los niños no pudieron ver un quiebro de Ventura, una media de Morante o el valor de Castella, se fueron felices con el recuerdo de la cercanía de aquellos a los que admiran.
ya la lluvia haya sido la protagonista en esta ocasión, no podemos olvidar que la tauromaquia es un arte que se rige por la naturaleza y sus imprevistos. A veces, la lluvia nos impide disfrutar de un gala, pero otras veces, nos regala un espectáculo único y diferente. Y eso es lo que hace que cada tienta sea especial y única.
A pesar de la suspensión, la tienta de Primavera en Brihuega nos ha dejado una lección importante: la importancia de la cercanía y la amabilidad de los toreros con sus seguidores. Y es que, al final, lo que realmente importa es el amor y la pasión por la tauromaquia, que trasciende cualquier adversidad.
Esperamos que el resto de la temporada nos traiga mejores condiciones climáticas y podamos disfrutar de grandes galas t