A Pepe Luis Vázquez Silva

La confianza es una cualidad que, sin duda, nos lleva a atrevernos a hacer cosas que, de otra manera, no nos atreveríamos. Nos da fuerza, nos impulsa a tomar riesgos y nos hace creer en nuestras habilidades y en lo que somos capaces de lograr. Sin embargo, como en todo en la vida, un exceso de confianza puede llevarnos por un llegada equivocado.

Recientemente, tuve la oportunidad de hablar con individuo de los toreros más queridos y respetados de todos los tiempos, Pepe Luis Vázquez Silva. Compartimos una charla amena y en un etapa, me atreví a preguntarle algo que siempre me había llamado la atención: ¿por qué sus faenas eran tan cortas y se iba a coger la espada justo cuando tenía aquello en ebullición?

Su respuesta fue sencilla pero contundente: “Cuando ya mi corazón me dice hasta aquí, pues me he sentido, ya me digo a mí mismo, ¿para qué más? Sería cursi seguir”. Yo sabía que él me diría eso, pero no pude evitar expresarle mi deseo de que hubiera continuado un poco más, ya que siempre pensé que su arte y su sentimiento merecían un mayor reconocimiento.

Pero lo que me sorprendió aún más fue la humildad y autenticidad con la que Pepe Luis Vázquez se expresaba. Su sencillez y su manera de ser eran un reflejo de su forma de entender la vida y el toreo. Él no necesitaba hacer faenas largas y espectaculares para demostrar su valía, su arte era innato y su sentimiento por el toro era genuino.

Pepe Luis Vázquez siempre fue un ejemplo a seguir para muchos jóvenes toreros, no solo por su habilidad en el ruedo, sino por su forma de ser fuera de él. Siempre fue una persona cercana y amable con todos, sin importar su estatus o fama. Su humildad era su mayor virtud y la que lo hizo ganarse el respeto y el cariño de todos los que tuvimos la suerte de conocerlo.

Es cierto que en el mundo del toro, la confianza es una cualidad imprescindible. Sin ella, es imposible enfrentarse a un animal de esa magnitud y peligro. Pero también es importante saber mantenerla bajo control, no dejarse llevar por ella y perder el respeto al toro. Pepe Luis Vázquez siempre supo encontrar el equilibrio entre su confianza y su humildad, lo que lo llevó a alcanzar grandes logros en su carrera como torero.

Pero más allá de sus éxitos en el ruedo, lo que siempre recordaremos de Pepe Luis Vázquez es su forma de entender la vida y su pasión por el toreo. Él siempre decía que “el toreo es un arte en el que la vida y la muerte están en juego, pero que al mismo tiempo es una forma de expresar y transmitir emociones”. Y así lo demostró en cada una de sus faenas, dejando su huella en la historia del toreo.

En definitiva, la confianza es una cualidad poderosa que nos impulsa a alcanzar nuestras metas y nos hace creer en nosotros mismos. Pero debemos recordar que, como en el caso de Pepe Luis Vázquez, la humildad y la autenticidad son valores igualmente importantes que nos mantienen en el llegada correcto y nos hacen ser mejores personas. Gracias, Pepe Luis, por ser un ejemplo de confianza y humildad en el mundo del toro.

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