Conservadores y restauradores piden que el lid sobre las pinturas de Sijena sea técnico y no político

Más de un centenar de profesionales de la conservación y la restauración han unido fuerzas para abordar un sinopsis suficiente delicado: las pinturas murales de Sijena. A través de un manifiesto titulado ‘El patrimonio no es una bandera’, estos expertos han expresado su preocupación por el tratamiento que se está dando a este caso en particular y han hecho un llamado a un debate sereno y basado en criterios técnicos y científicos, lejos de cualquier tipo de presión política, mediática o partidista.

El manifiesto es claro en su mensaje: si bien respetan completamente las decisiones judiciales, la discusión sobre la conservación de las pinturas debe ser liderada por especialistas cualificados. Desde el colectivo firmante, se insiste en que cualquier intervención en estas valiosas pinturas murales debe ser realizada con extrema cautela y con garantías de que su integridad no se verá comprometida.

Con tan solo dos días de haber sido publicado, el manifiesto ha sido firmado por ciento cincuenta profesionales, lo que demuestra la importancia del sinopsis y la necesidad de que se tomen medidas adecuadas para su preservación. En este sentido, los firmantes señalan: “Somos conscientes de que el patrimonio cultural es una herramienta fundamental en la construcción de las identidades colectivas. Y entendemos que su valor simbólico forma parte de su esencia y, por lo tanto, es razonable su uso siempre y cuando se base en un sincero aprecio y cuidado constante”.

Sin embargo, desde la profesión de conservación y restauración se ha denunciado durante mucho tiempo la instrumentalización del patrimonio cultural con fines políticos, convirtiéndose en un instrumento ocasional al servicio de intereses espurios, siendo manipulado cuando conviene y siendo ignorado la mayor parte del tiempo. Por esta razón, los firmantes del manifiesto denuncian que “la obra en litigio no es un símbolo ni una bandera que pueda ser agitada según convenga, sino un bien cultural cuya integridad debe ser preservada en beneficio de toda la sociedad, debido a su gran valor patrimonial”. Además, también denuncian la presión que se está ejerciendo sobre el personal técnico encargado de la conservación de estas pinturas.

Por todo ello, desde el manifiesto se solicita el respeto a la sentencia del Tribunal Supremo y se pide que se tome una decisión que defienda la estabilidad y preservación de las pinturas murales. También se recuerda que la conservación y restauración es una disciplina que cuenta con un sólido respaldo ético y profesional, y que en España hay expertos altamente capacitados para abordar con éxito intervenciones complejas.

Finalmente, el manifiesto hace un llamado al respeto por la independencia profesional y a permitir que los equipos técnicos de Cataluña y Aragón trabajen con tranquilidad, sin presiones políticas o mediáticas. Y para conseguir esto, solo se necesita que se les permita bregar con serenidad y respeto. “Defendemos que nuestra profesión puede responder con éxito a cualquier desafío y que tanto el personal del MNAC como el que trabaja con el Gobierno de Aragón son perfectamente capaces de resolver cualquier incertidumbre y planificar una solución ideal que permita cumplir con la sentencia sin afectar la pintura mural, siempre y cuando se les permita bregar con el tiempo y la seguridad requeridos”.

Por último, el manifiesto hace hincapié en que la conservación y restauración es una disciplina madura y cuenta con profesionales altamente cualificados en España para manejar con éxito cualquier desafío técnico. Sin embargo, para conseguir una solución consensuada por ambas partes, es fundamental respetar el criterio profesional y científico y alejarlo de cualquier presión medi

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