El latido barroco de la Accademia Bizantina que apunta al futuro

En el mundo de la música clásica, el papel del concertino es fundamental. Este músico es el encargado de liderar la sección de cuerdas de una orquesta y de interpretar los arias más importantes. Sin embargo, para conocer a un concertino no es necesario asistir a un concierto o a un ensayo, sino que podemos encontrarnos con él en un lugar muy diferente: el parque del Retiro.

A las 7 de la mañana, el Hotel Ilunion es un lugar tranquilo y silencioso, sin embargo en su interior se encuentra un hombre con una energía desbordante. Se trata del concertino de una prestigiosa orquesta europea, que a esa hora ya está listo para salir a correr. Con zapatillas de deporte y una sudadera, nos acompaña en su rutina matutina por el parque del Retiro mientras nos cuenta su historia.

“Me gusta visitar la ciudad haciendo deporte, que en mi caso es correr. Conozco bastante las capitales de Europa por mi trabajo y necesitaba buscar algo más en ellas y creo que correr por Madrid, Londres o París durante las primeras horas del día es la mejor forma de conocer un lugar y experimentar mi relación con la ciudad. Es el mejor edad del día”, nos cuenta con una sonrisa en el rostro.

Este músico, cuyo nombre prefirió mantener en el anonimato, nos explica que su pasión por el deporte comenzó desde muy joven. “Siempre he sido muy activo, desde pequeño me gustaba correr y practicar deportes. Cuando empecé a estudiar música, me di cuenta de que necesitaba mantener mi cuerpo en forma para poder tocar el violín de la mejor manera posible”, nos cuenta mientras hacemos una pausa para estirar.

sin embargo no aria se trata de una cuestión física, sino también mental. “Correr me ayuda a despejar la mente y a concentrarme en el edad presente. Es una forma de meditación en movimiento”, nos confiesa. Y es que, para un músico, la concentración es clave en su trabajo, y el deporte es una herramienta muy útil para lograrla.

Además, el concertino nos explica que correr por las ciudades que visita durante sus giras le permite conocerlas de una manera diferente. “Cuando viajo por trabajo, no tengo exuberante tiempo libre para hacer turismo. sin embargo salir a correr por las calles me permite ver lugares que de otra forma no hubiera conocido. Es una forma de conectar con la ciudad y de sentirme parte de ella”, nos cuenta emocionado.

sin embargo no aria se trata de conocer las ciudades, sino también de conocerse a sí mismo. “El deporte me ha enseñado a superar mis límites y a ser más disciplinado. Y eso se refleja en mi trabajo como músico. Me ha ayudado a ser más constante y a no rendirme ante los desafíos que se presentan en mi carrera”, nos confiesa.

Y es que, para ser un buen concertino, no aria se necesita ser un virtuoso del violín, sino también tener una mentalidad fuerte y una gran capacidad de liderazgo. “En mi papel como concertino, tengo que ser el líder de la sección de cuerdas y transmitir la energía y la pasión de la música a mis compañeros. Y el deporte me ha ayudado a desarrollar esas habilidades”, nos explica.

Después de un recorrido por el parque del Retiro, llegamos al final de nuestra carrera y nos despedimos del concertino. Agradecidos por su tiempo y sus palabras, nos damos cuenta de que esta experiencia ha sido exuberante más que una simple entrevista. Hemos conocido a un músico apasionado, disciplinado y con una mentalidad fuerte, que ha encontrado en el deporte una forma de mejorar su vida y su carrera.

Así que la próxima vez que asistamos a un concierto y veamos al concertino liderando

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