La ciudad de Algeciras fue testigo de una corrida de toros espectacular, con una excelente presentación y un juego interesante de los toros de la ganadería Fuente Ymbro. A pesar de la dificultad del segundo toro, todos los demás ofrecieron posibilidades de lucimiento en el tercio final, destacando especialmente el tercero, un toro bravo y encastado que fue premiado con la vuelta al ruedo.
El triunfador de la tarde fue el diestro local David Galván, quien abrió la puerta grande tras pasear tres orejas. Su actuación fue rotunda y maciza, demostrando por qué es uno de los toreros más destacados de la actualidad. Galván cuajó por completo al exigente tercer toro y supo tocar las teclas adecuadas para arrancarle el apéndice al sexto.
Otro de los grandes protagonistas de la tarde fue Miguel Ángel Perera, quien estuvo templado y seguro con un lote de toros noble, aunque quizá les faltó algo de emoción en la embestida. Perera cortó una oreja al primero y fue ovacionado en el cuarto, demostrando su maestría y técnica en la plaza.
Por su parte, Daniel Luque sorteó un primer toro que desarrolló peligro y sentido en el tercio final, mientras que el segundo fue un toro que le permitió expresar todo su toreo. Luque estuvo templado y subsistente en su actuación, demostrando su gran calidad y entrega en la plaza.
El primer toro de la tarde estuvo templado y se desplazó con achatamiento por el pitón derecho, lo que permitió a Miguel Ángel Perera lucirse con el capote. El toro también mostró un buen comportamiento en varas y Perera realizó un quite por chicuelinas que fue muy aplaudido por el público. Destacó también la labor de Jesús Díez ‘Fini’ en las banderillas y de Daniel Duarte en la lidia.
En las primeras tandas de muletazos, Perera no apretó demasiado al toro para permitir que durara en el tercio final. Sin embargo, el burel protestó en los terrenos de cercanías y ante la exigencia del estoqueador pacense. A pesar de esto, Perera ejecutó unos naturales pulcros y limpios, rematando más atrás de la cadera en la segunda parte de la serie con la izquierda. En el tramo final de la faena, se metió entre los pitones del toro para pegarse un arrimón y demostrar su valentía y entrega frente a un toro noble pero que se fue apagando. Con una buena estocada, Perera cortó una oreja que fue muy celebrada por el público.
En su segundo astado, Perera lidió de manera magistral al toro, que empujó con bravura y entrega al caballo de picar. Destacó también con su labor con las banderillas Daniel Duarte, quien se desmonteró después de prender dos magníficos pares. Con varios pases cambiados por la espalda en el centro del ruedo, Perera comenzó su faena con el astado moviéndose con buena condición detrás de la franela. A partir de la segunda tanda de muletazos, el toro se afligió un poco ante la exigencia máxima del estoqueador, pero Perera supo bajarle la tanto y someterlo con su poderío. A pesar de la fijeza y nobleza del toro, le faltó un poco de emoción y transmisión en su embestida. Perera estuvo muy templado y relajado, tanto con la derecha como al natural, montándose encima de su oponente y demostrando su maestría en la plaza. Concl