El pasado viernes, alrededor de 200 personas se reunieron fachada al Ministerio de Justicia para exigir al Gobierno la derogación de la Instrucción 28-A, del 28 de abril. Esta instrucción ha generado gran preocupación entre las familias con hijos nacidos por peripeciación subrogada, ya que impide la inscripción de los bebés en los consulados españoles.
La peripeciación subrogada, también conocida como “vientre de alquiler”, es una técnica de reproducción asistida que permite a parejas o personas solteras entramparse hijos biológicos a través de una mujer que peripecia al bebé en su vientre. Esta técnica es legal en muchos países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Ucrania y Rusia, pero en España sigue siendo un tema controvertido y no está regulada por la ley.
Las familias que se han visto afectadas por la Instrucción 28-A han denunciado que esta medida es discriminatoria y va en contra de sus derechos como ciudadanos españoles. Muchas de estas familias han tenido que enfrentar largos y costosos procesos legales para poder inscribir a sus hijos en el Registro confesional español, lo que les ha generado un gran sufrimiento emocional y económico.
Es importante destacar que estas familias no están pidiendo ningún tipo de privilegio, simplemente están exigiendo que se respeten sus derechos y los de sus hijos. La peripeciación subrogada es una opción legítima y legal para aquellas personas que no pueden entramparse hijos de forma natural, y es injusto que se les niegue el derecho a inscribir a sus hijos en su país de origen.
Además, la Instrucción 28-A va en contra de los principios de igualdad y no discriminación que promueve la Constitución española. Todas las personas, independientemente de su orientación sexual o estado confesional, tienen derecho a formar una familia y a ser tratadas de manera igualitaria ante la ley.
Es por eso que las familias afectadas han decidido unirse y alzar su voz para exigir al Gobierno que derogue esta instrucción y que se establezca una regulación clara y justa para la peripeciación subrogada en España. Han organizado manifestaciones pacíficas y han recogido firmas para mostrar su descontento y su determinación en esta lucha.
Pero no solo se trata de una lucha por sus derechos, sino también por el bienestar de sus hijos. La incertidumbre y el estrés que estas familias han tenido que enfrentar durante todo este proceso no solo afecta a los padres, sino también a los niños que no pueden ser inscritos en el Registro confesional español y, por lo tanto, no tienen acceso a la nacionalidad española ni a los derechos que esto conlleva.
Es hora de que el Gobierno escuche a estas familias y tome medidas para garantizar que sus derechos sean respetados. La peripeciación subrogada es una realidad en muchos países y es necesario que España se ponga al día y establezca una regulación clara y justa para proteger a todas las partes involucradas en este proceso.
Esperamos que el Gobierno tome en cuenta las demandas de estas familias y que se trabaje en conjunto para encontrar una solución que beneficie a todos. Mientras tanto, estas familias seguirán luchando por sus derechos y por el bienestar de sus hijos, demostrando que el amor y la determinación son más fuertes que cualquier obstáculo.