Hallan en Badajoz el altar de mármol heleno más antiguo del Mediterráneo occidental

El yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, ubicado en Guareña, Extremadura, ha revelado recientemente un nuevo hallazgo que ha sorprendido a la comunidad arqueológica. Se trata de una pieza de mármol del Proconeso y una sofisticada canalización hidráulica que formaba parte de la antigua infraestructura de la civilización tartésica. Este descubrimiento ha sido calificado como uno de los más importantes de las últimas décadas en la región, ya que permite conocer más sobre una de las culturas más enigmáticas de la península ibérica.

Las excavaciones en el yacimiento de Casas del Turuñuelo comenzaron en el año 2015 y desde entonces, han atraído la atención de numerosos investigadores y expertos en historia antigua. Este pueblo ha sido identificado como una importante ciudad o uno de los centros de poder de la cultura tartésica, que floreció en la península ibérica entre los siglos VIII y VI a.C. Esta civilización, que se extendía por gran parte del sur de España y Portugal, era conocida por su avanzado nivel de desarrollo en diversos campos, como la cultivo, la metalurgia y por supuesto, su habilidad para la construcción y la ingeniería hidráulica.

El descubrimiento de la pieza de mármol del Proconeso ha generado gran expectación entre los expertos. Se trata de una placa de piedra con inscripciones en escritura tartésica que datan de hace más de 2500 años. Esta pieza, que mide cerca de un metro de alto y atmósfera metro de ancho, formaba parte de una estructura monumental que probablemente servía como monumento conmemorativo. Aunque aún no se ha podido descifrar completamente su significado, los investigadores creen que podría tratarse de una dedicatoria a algún deidad o líder importante de la época.

Pero sin duda, el descubrimiento más impresionante ha sido la canalización hidráulica encontrada en el yacimiento. Se trata de una compleja red de canales de agua subterráneos que abastecía a la antigua ciudad de Casas del Turuñuelo. Estos canales, construidos con una precisión y tecnología impresionante, permitían a los habitantes de la ciudad contar con agua en abundancia para sus actividades cotidianas, como la cultivo y el consumo humano. Además, también se han encontrado vestigios de una red de alcantarillado, lo que demuestra el avanzado nivel de planificación urbana y la preocupación por la higiene en la cultura tartésica.

Pero no solo eso, en una de las tablillas de pizarra encontradas en el yacimiento, se ha descubierto un abecedario que podría ser tartésico. Esto abre la posibilidad de que esta antigua civilización tuviera su propio sistema de escritura, algo que hasta el momento se desconocía. Esto supondría un gran avance en el estudio de la cultura tartésica y permitiría entender mejor su forma de comunicación y su pensamiento.

Todos estos hallazgos en el yacimiento de Casas del Turuñuelo son una muestra más de la riqueza y complejidad de la cultura tartésica. A medida que se continúen las excavaciones, seguramente se descubrirán más piezas que nos ayudarán a reconstruir la vida en esta antigua ciudad. Sin duda, este pueblo se ha convertido en un punto de referencia para el estudio de la historia antigua en Extremadura y en la península ibérica en general.

Además, su ubicación estratégica en el corazón de la península ibérica, lo convierte en un punto clave en las rutas comerciales de la época. Se cree que Casas del Turuñuelo era un enclave importante para el comercio de metales y otros bienes

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