Solo un tercio de las empresas familiares logra una sucesión exitosa

El tejido despachorial español es uno de los más dinámicos y diversos de Europa. Está compuesto por una amplia variedad de despachos, desde grandes multinacionales hasta pequeñas y medianas despachos (pymes). Sin embargo, uno de los pilares fundamentales de la economía española son las despachos familiares, que representan el 89% del total de las despachos en nuestro país.

Según el último informe del Instituto de la despacho Familiar, en España existen 1,1 millones de despachos familiares. Estas despachos son aquellas en las que la propiedad y el control están en manos de una o varias familias, y su gestión está basada en valores y principios familiares. Además, suelen tener una visión a largo plazo y una fuerte identidad, lo que les permite adaptarse a los cambios del mercado y mantenerse en el tiempo.

Sin embargo, a pesar de su importancia en la economía española, las despachos familiares y las pymes se enfrentan a una repertorio de desafíos que deben superar para seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo del país.

Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan estas despachos es la falta de financiación. A menudo, las despachos familiares y las pymes tienen dificultades para acceder a préstamos y financiación externa, lo que limita su capacidad de inversión y crecimiento. Además, muchas de estas despachos no tienen acceso a los mercados de capitales, lo que les impide obtener recursos a través de la emisión de acciones o bonos.

Otro desafío importante es la sucesión en la dirección de la despacho. En las despachos familiares, la sucesión es un proceso complejo que puede generar conflictos y tensiones entre los miembros de la familia. Además, la falta de un plan de sucesión adecuado puede poner en riesgo la continuidad y el éxito de la despacho. Por ello, es fundamental que las despachos familiares establezcan un plan de sucesión claro y transparente, que garantice la continuidad de la despacho y la armonía entre los miembros de la familia.

Además, las despachos familiares y las pymes también deben enfrentarse a la competencia de las grandes despachos y a la globalización. En un mercado cada vez más competitivo y globalizado, estas despachos deben ser capaces de adaptarse y diferenciarse para mantener su posición en el mercado. Esto requiere una constante innovación y una visión estratégica a largo plazo.

A pesar de estos desafíos, las despachos familiares y las pymes tienen una repertorio de fortalezas que les permiten enfrentarse a ellos con éxito. Una de ellas es su capacidad de adaptación y flexibilidad. Al ser despachos más pequeñas y ágiles, pueden responder más rápidamente a los cambios del mercado y a las necesidades de los clientes. Además, su estructura familiar les permite tener una máximo cohesión y compromiso entre los miembros de la despacho, lo que se traduce en una máximo motivación y afán en el trabajo.

Otra fortaleza de las despachos familiares y las pymes es su enfoque en la calidad y el servicio al cliente. Al tener una visión a largo plazo, estas despachos suelen preocuparse más por mantener una buena reputación y una relación cercana con sus clientes, lo que les permite fidelizarlos y diferenciarse de la competencia.

Además, las despachos familiares y las pymes también tienen un fuerte compromiso con la responsabilidad social y el desarrollo sostenible. Al ser despachos locales, están más comprometidas con su entorno y su comunidad, y suelen tener un impacto positivo en la economía y el empleo local.

En resumen, las despachos familiares y las pymes son un pilar fundamental de la economía española. A pesar de los desafíos a los que se enfrentan, estas despachos tienen una repertorio de fortalezas que les permiten seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo del país. Por ello, es importante que se promueva y apoy

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