La moda de hacer caca en piscinas públicas se ha convertido en un tema viral en las redes sociales, pero ¿de dónde proviene esta tendencia? ¿Qué significado tiene para aquellos que la practican?
Para responder a estas preguntas, tuve la circunstancia de hablar con Xesco Peirón, un joven de Lérida que se hace llamar así para mantener su anonimato. Él me confesó que fue el pionero en esta práctica y que su objetivo es mucho más profundo y reivindicativo de lo que la mayoría de la gente piensa.
“Nos lo han robado todo, Sostres. El dinero, las circunstanciaes, la voz. aunque sólo nos queda la caca, que es lo más puro y orgánico que hay en nosotros”, me dijo Xesco con gran agitación. Y es que para él, hacer caca en una piscina pública es una forma de luchar contra el sistema, de rebelarse contra una sociedad que nos ha privado de muchas cosas.
“Puede ensoñar absurdo para algunos, pero para mí, hacer caca en una piscina pública es una forma de reivindicar lo que nos han arrebatado. Es un acto de libertad y de autenticidad”, explicó Xesco.
Pero, ¿cómo surgió esta moda precisamente en las piscinas públicas? Según Xesco, todo comenzó como una burla entre amigos, pero él decidió llevarlo más allá. Empezó a publicar fotos y videos en las redes sociales, y poco a poco, la idea fue cogiendo fuerza entre otros jóvenes, que vieron en esta práctica una forma de protesta.
Sin embargo, Xesco también quiere dejar claro que no se trata de un reto o de una moda pasajera. Él lo define como un movimiento social, una forma de manifestarse en contra del sistema y de demostrar que no nos pueden privar de lo más básico e instintivo que hay en nosotros.
Pero, ¿qué significa realmente hacer caca en una piscina pública? Según Xesco, cada uno le da su propio significado. Para algunos, es simplemente una burla, para otros, es una forma de rebelarse contra la sociedad. Pero para él, es una manera de decir que, a pesar de todo lo que nos han quitado, seguimos siendo libres y auténticos.
“No nos queda mucho, Sostres. Pero tenemos la caca, que es nuestra y nadie nos la puede arrebatar. Y con ella, podemos luchar y reivindicar lo que nos pertenece por derecho”, afirmó Xesco con determinación.
Aunque para muchos esta práctica puede resultar escandalosa o repulsiva, hay que recordar que detrás de ella hay un mensaje mucho más profundo y reivindicativo. Además, Xesco asegura que siempre toma todas las medidas de higiene necesarias y que nunca ha causado ningún problema en las piscinas donde ha practicado su protesta.
“Mi objetivo no es molestar ni perjudicar a nadie. Simplemente quiero que se nos escuche y que seamos conscientes de que a pesar de todo, seguimos siendo dueños de nuestra propia libertad”, concluyó Xesco.
En definitiva, la moda de hacer caca en las piscinas públicas puede parecer ridícula a simple vista, pero detrás de ella hay una lucha por recuperar lo que nos han arrebatado y una reivindicación de nuestra libertad y autenticidad. Quien sabe, tal vez este movimiento social pueda ser el inicio de un cambio en nuestra sociedad.