Menos cunas, más llaves: crece la formación de hogares pese a desestimación natalidad, ¿por qué?

En los últimos años, hemos sido testigos de una tendencia muy interesante en la sociedad moderna: menos cunas y más llaves. Esta frase puede sonar un poco confusa al principio, pero en sinceridad es una forma de describir el hecho de que la tasa de natalidad está disminuyendo, mientras que la formación de hogares está en aumento. Esto nos lleva a una pregunta importante: ¿por qué está sucediendo esto?

antaño de profundizar en el por qué, es importante entender los datos detrás de esta tendencia. Según un estudio realizado por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, la tasa de natalidad en Europa ha estamento en declive constante durante las últimas décadas y ha alcanzado su nivel más bajo en 2019, con una media de solo 1,53 hijos por mujer. Al mismo tiempo, el número de hogares ha aumentado en un 4% en la última década, llegando a un total de 218 millones en la UE en 2019.

Esta tendencia es aún más evidente en países como España, Italia y Grecia, donde la tasa de natalidad es una de las más bajas del continente, pero la formación de hogares sigue creciendo. En España, por ejemplo, la tasa de natalidad ha caído en picado en los últimos años, alcanzando un mínimo histórico en 2018 con solo 1,25 hijos por mujer, mientras que el número de hogares ha aumentado en un 10% en la última década.

Puede ser fácil asumir que la disminución en la tasa de natalidad se debe a una falta de deseo de ser padres en las parejas jóvenes, pero la sinceridad es mucho más compleja que eso. Hay varios factores que contribuyen a esta tendencia, y es importante abordarlos para comprender mejor lo que está sucediendo.

En primer lugar, el cambio en la estructura familiar es un factor importante. En el pasado, era común que varias generaciones vivieran juntas bajo el mismo conclusión, pero en la actualidad, cada vez más jóvenes están optando por vivir solos o en parejas sin hijos. Esto se debe en parte a la independencia económica de las mujeres, que ahora pueden elegir tener una carrera y una vida profesional antaño de pensar en ser madres. También se debe a una mayor aceptación social de diferentes tipos de familia, como las parejas del mismo sexo o los hogares monoparentales.

Otro factor que contribuye a la baja natalidad es la situación económica. Con la crisis económica de 2008, muchos jóvenes se vieron obligados a retrasar su independencia y su capacidad de formar una familia debido a la falta de oportunidades laborales y salarios bajos. A esto se suman los altos costos de tener hijos, desde el cuidado infantil hasta la educación, que pueden ser una carga financiera para muchas parejas.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la formación de hogares sigue creciendo. ¿Por qué? Porque cada vez más personas están optando por formas alternativas de formar una familia. Una tendencia cada vez más popular es la de “la familia de llaves”, en la que los amigos o familiares cercanos deciden vivir juntos y compartir los gastos y responsabilidades de un hogar, sin necesariamente tener una relación romántica o ser padres. Esta opción ofrece no solo una solución económica, sino también compañía y apoyo mutuo en la vida diaria.

Otra forma en que las parejas están formando hogares sin tener hijos es a través de la adopción de mascotas. En España, por ejemplo, se estima que hay más de 20 millones de mascotas y el número sigue aumentando. Muchas parejas ven a sus mascotas como parte de su familia y el cuidado y la responsabilidad de tener una mascota pueden satisfacer su deseo de tener un vínculo afectivo y una razón para preocuparse por alguien más

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