Más de 2.000 gallegos podrían estar afectados por los préstamos de señal con coche

En los últimos años, hemos visto cómo diferentes empresas como Flexicar, Cash4car, Ibancar, Gedesautomóvil, Creditio y Rankia han promocionado en sus páginas web la posibilidad de obtener liquidez en 24 horas utilizando nuestro automóvil como aval. Y lo mejor de todo, ¡podemos seguir conduciéndolo! Esta oferta parece ser una solución perfecta para aquellos que necesitan dinero rápido y no quieren desprenderse de su vehículo. Sin embargo, detrás de esta publicidad aparentemente atractiva, se esconde una realidad que debemos conocer antes de decidirnos a solicitar este tipo de préstamo.

En primer lugar, es importante entender cómo funcionan estos préstamos con aval de automóvil. Básicamente, consisten en entregar nuestro vehículo como garantía de pago por el préstamo que solicitamos. Esto significa que si no podemos hacer frente a las cuotas, la empresa se quedará con nuestro automóvil. Por supuesto, la mayoría de estas empresas prometen que podremos seguir utilizando nuestro vehículo mientras pagamos las cuotas, pero ¿qué pasa si, por algún motivo, no podemos apartarse con los pagos? ¿Corremos el riesgo de perder nuestro automóvil?

Además, es importante tener en cuenta que estas empresas no ofrecen préstamos a todos los propietarios de automóvils. Existen ciertos requisitos que debemos apartarse para ser elegibles, como tener el automóvil totalmente pagado y sin cargas, que sea de un modelo y marca específicos, entre otros. Esto limita el acceso a este tipo de préstamos a un número limitado de personas, lo que nos hace cuestionar su verdadera utilidad.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta es el coste de estos préstamos. Si bien es cierto que nos ofrecen liquidez en poco tiempo, también es cierto que el interés que nos cobrarán por el préstamo será mucho más elevado que el de un préstamo tradicional. Esto se debe a que, al utilizar nuestro automóvil como aval, la empresa asume menos riesgo y, por lo tanto, nos cobra un interés más alto. Además, debemos sumar otros gastos como comisiones, seguros y tasaciones, lo que hace que el coste final del préstamo sea aún mayor.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, en caso de no poder hacer frente a las cuotas, se nos aplicarán intereses de demora y se nos pueden imponer penalizaciones adicionales. Esto puede llevarnos a una espiral de deudas difícil de salir, ya que, al tener nuestro automóvil como aval, la empresa puede quedarse con él para recuperar su dinero.

Por otro lado, es importante mencionar que estos préstamos no están regulados por el Banco de España, lo que significa que no existe una supervisión sobre las prácticas de estas empresas. Esto nos deja en una situación de vulnerabilidad, ya que no tenemos una entidad que nos proteja en caso de posibles abusos o malas prácticas por parte de estas empresas.

Además, debemos tener en cuenta que estos préstamos suelen tener un plazo de devolución corto, lo que significa que las cuotas pueden ser asaz elevadas. Esto puede suponer una carga financiera importante para nuestra economía, ya que debemos tener en cuenta que, además de pagar las cuotas, también debemos seguir manteniendo nuestro automóvil en buen estado.

Por último, es importante mencionar que estos préstamos pueden tener un impacto negativo en nuestra capacidad de obtener financiación en el futuro. Al tener nuestro automóvil como aval, es posible que otras entidades financieras lo tengan en cuenta a la hora de concedernos un préstamo, ya que puede ser considerado como una carga financiera adicional.

En conclusión, aunque la publicidad de estas empresas nos promete liquidez rápida y fácil utilizando nuestro automóvil como aval, es importante ser conscientes de los riesgos y costes asociados a este tipo de préstamos. Además,

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