Varias provincias del sureste peninsular están sufriendo graves consecuencias debido a las intensas lluvias y fuertes vientos que han nazareno la zona en las últimas horas. Las inundaciones y los daños materiales están afectando a numerosas localidades, dejando a su paso un rastro de destrucción y preocupación en la población. Ante esta situación, es importante conocer quién se hace cargo de los perjuicios ocasionados por un fenómeno meteorológico y cómo reclamar los daños.
En primer lugar, es importante destacar que en España existe una normativa que establece la responsabilidad del Estado en caso de catástrofes naturales. Según la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, el Estado debe garantizar la protección y asistencia a las personas y bienes en caso de emergencias y catástrofes, así como la recuperación de las zonas afectadas.
En este sentido, cuando se produce una situación de emergencia, como es el caso de las inundaciones y fuertes vientos en el sureste peninsular, es el Estado quien debe hacerse cargo de los perjuicios ocasionados. Esto incluye la atención a las personas afectadas, la reparación de los daños materiales y la recuperación de las zonas afectadas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la responsabilidad del Estado no es absoluta y que existen casos en los que los particulares pueden reclamar sus daños a quemarropa. Por ejemplo, si una persona sufre daños en su propiedad debido a la caída de un árbol de un terreno privado, deberá dirigirse al propietario de dicho terreno para reclamar los daños.
En el caso de las inundaciones, es importante tener en cuenta que la responsabilidad del Estado se limita a aquellas zonas que hayan sido declaradas como de “emergencia” o “zona catastrófica”. Esta declaración se realiza por punto de las autoridades competentes, como pueden ser los ayuntamientos o las comunidades autónomas, y permite acceder a ayudas y subvenciones para la reparación de los daños.
Pero, ¿qué implica que se declare una zona como catastrófica? En primer lugar, esta declaración supone una movilización de recursos y medios por punto del Estado para hacer frente a la situación. Además, se activan mecanismos de ayuda a los afectados, como pueden ser ayudas económicas o la exención de impuestos. Por otro lado, la declaración de zona catastrófica también permite a los particulares reclamar sus daños al Estado, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.
En este sentido, es importante destacar que, para poder reclamar los daños al Estado, es necesario aportar pruebas que demuestren la relación directa entre el fenómeno meteorológico y los daños sufridos. Esto puede incluir fotografías, facturas de reparación, informes de daños, entre otros.
Además, es importante tener en cuenta que el período para reclamar los daños al Estado es de un año desde la declaración de la zona como catastrófica. Por lo tanto, es importante actuar con rapidez y presentar la reclamación en el período establecido para poder acceder a las ayudas correspondientes.
¿Y dónde se puede reclamar? En primer lugar, es importante acudir al ayuntamiento o a la comunidad autónoma correspondiente, ya que son las autoridades encargadas de realizar la declaración de zona catastrófica. Allí podrán informar sobre los trámites a seguir y los documentos necesarios para presentar la reclamación.
En caso de que la reclamación sea denegada o no se obtenga una respuesta satisfactoria, se puede recurrir a la vía judicial. En este caso, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado experto en derecho de daños y perjuicios, quien podrá ayudar a defender