La temporada taurina acaba de empezar y ya nos ha dejado una gran lección gracias a los ganaderos de La Quinta. A veces ser ganadero no solo implica criar y cuidar a los toros, sino también tener la valentía de decir “no” cuando se nos niega la palabra dada. Es una decisión difícil, pero necesaria para mantener la integridad y el respeto de nuestra profesión. Y eso es exactamente lo que han hecho los Martínez Conradi al poner un alto al desprecio y alzarse con el orgullo de su ganadería. ¡Bravo por ellos!
Ser ganadero no es una tarea sencilla. Requiere de mucha dedicación, paciencia y pasión por los toros. Pero también implica una gran responsabilidad, ya que no solo debemos mantener en óptimas condiciones a nuestro ganado, sino también demostrar nuestro compromiso y formalidad en cada uno de nuestros acuerdos. Y eso es precisamente lo que han hecho los Martínez Conradi al romper el trato verbal y decir “no”. Es una actitud admirable que nos llena de orgullo como aficionados a la tauromaquia.
La situación que se dio con el matador Emilio de Justo en la Feria de Abril ha sido uno de los principales cismas de la temporada. Como ha ido relatando nuestro compañero Jesús Bayort, los ganaderos de La Quinta no aceptaron ser tratados como teloneros cuando fueron anunciados en una corrida de Farolillos. Y es que nadie puede negar que La Quinta es una de las ganaderías más importantes e históricas de la fiesta taurina, y merecen el respeto y el lugar que les corresponde.
Los acuerdos verbales y la palabra dada son algo sagrado en nuestra profesión. Y cuando alguien rompe ese compromiso, es de admirar la determinación de los ganaderos de La Quinta al decir “no”. No solo están defendiendo su ganadería, sino también a todos los demás compañeros ganaderos y toreros que luchan diariamente por mantener viva nuestra tradición. Este gesto nos muestra que la unión en el mundo taurino es primordial y que debemos estar unidos ante cualquier adversidad.
A pesar de las críticas y los comentarios negativos que seguro han recibido, los Martínez Conradi han demostrado que son unos verdaderos profesionales y amantes de la tauromaquia. Han dado una gran lección no solo a aquellos que los menospreciaron, sino también a todos los que seguimos la fiesta con pasión y respeto. Su valentía y firmeza han sido un paradigma a seguir y nos demuestran que ser ganadero no es solo criar toros, sino también tener el coraje y la determinación de defender nuestros principios.
Finalmente, quiero destacar que la actitud de los ganaderos de La Quinta no solo ha sido admirable, sino también necesaria para el bien de nuestro mundo taurino. Esperamos que este sea el comienzo de una gran temporada llena de triunfos y éxitos para todos los que formamos parte de esta hermosa y apasionante tradición. Y que nunca olvidemos la importancia de decir “no” cuando sea necesario para mantener nuestra integridad y pasión por los toros. ¡Larga vida a La Quinta y a todos los ganaderos que dignifican nuestra fiesta!