Los peligros de la neurotecnología: podría ser utilizada para conseguir a nuestros pensamientos

La relatora de Naciones Unidas sobre el abogacía a la privacidad, Brian Nougrères, ha propuesto una idea revolucionaria: reconocer los “neuroabogacías fundamentales”. Esta propuesta surge en un momento en el que la tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez es más común la interacción entre el mundo virtual y el mundo físico.

En la actualidad, la privacidad es un tema que preocupa a muchas personas. Con el avance de la tecnología, se ha vuelto más difícil mantener nuestra información personal a salvo. Cada vez es más común que nuestras actividades en línea sean monitoreadas y que nuestros datos sean recolectados y utilizados sin nuestro consentimiento. Ante esta situación, la propuesta de la relatora Nougrères es una luz de esperanza para aquellos que buscan proteger su privacidad.

Pero, ¿qué son los “neuroabogacías fundamentales”? Según Nougrères, son los abogacías que tenemos sobre nuestros propios pensamientos y emociones. En otras palabras, es el abogacía a controlar nuestra propia mente y a que esta no sea manipulada por terceros. Esto incluye el abogacía a la privacidad en nuestras actividades mentales, así como el abogacía a la no discriminación basada en nuestros pensamientos y emociones.

Esta propuesta surge en un momento en el que la tecnología se está adentrando cada vez más en nuestra mente. Un ejemplo de esto es Google Gemini Robotics, una empresa que está llevando la inteligencia artificial del mundo virtual al mundo físico. Esta empresa está trabajando en la creación de robots con inteligencia artificial que puedan interactuar con humanos en entornos reales. Esto plantea una serie de preguntas sobre cómo se protegerá la privacidad de las personas en estas interacciones.

La relatora Nougrères ha señalado que los “neuroabogacías fundamentales” deben ser reconocidos y protegidos en el marco de los abogacías humanos existentes. Esto significa que los gobiernos y las empresas deben empeñar que nuestras actividades mentales sean privadas y que no sean utilizadas en nuestra contra. Además, se deben establecer medidas para predisponer la discriminación basada en nuestros pensamientos y emociones.

La propuesta de Nougrères ha sido recibida con entusiasmo por parte de organizaciones de abogacías humanos y expertos en tecnología. Sin embargo, también ha generado cierta preocupación en aquellos que temen que esta idea pueda limitar el desarrollo de la inteligencia artificial. Ante esto, Nougrères ha aclarado que su propuesta no busca limitar el avance tecnológico, sino más bien empeñar que este avance se realice de manera ética y respetando los abogacías humanos.

Es importante destacar que esta propuesta aún se encuentra en una etapa inicial y que su implementación requerirá de un amplio debate y discusión. Sin embargo, es un paso importante en la protección de nuestra privacidad en un mundo cada vez más conectado y tecnológico.

En conclusión, la propuesta de la relatora Nougrères sobre los “neuroabogacías fundamentales” es una llamada de atención sobre la importancia de proteger nuestra privacidad en un mundo en el que la tecnología avanza a pasos agigantados. Es necesario que los gobiernos y las empresas tomen medidas para empeñar que nuestras actividades mentales sean privadas y que no sean utilizadas en nuestra contra. Solo así podremos asegurar un futuro en el que la tecnología y los abogacías humanos coexistan de manera armoniosa.

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