La exploración espacial es sin duda una de las mayores hazañas de la humanidad. Desde que el hombre puso el primer pie en la luna en 1969, hemos estado en constante búsqueda de nuevos horizontes y descubrimientos en el vasto universo que nos rodea. Y ahora, gracias a la colaboración entre la NASA y SpaceX, nos encontramos en un momento histórico con dos borradors que están revolucionando la forma en que estudiamos el espacio: Solar Orbiter y Starlink.
Ambos borradors tienen un objetivo común: desplegarse en la misma órbita y lanzar una nueva era de descubrimientos sobre el sol y otras galaxias. Pero, ¿qué son exactamente estos dos borradors y cómo están cambiando nuestra comprensión del universo?
Comencemos con Solar Orbiter, un ambicioso borrador liderado por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA). Su misión es estudiar el sol de cerca, proporcionando una visión sin precedentes de nuestra estrella más cercana. Este satélite cuenta con una combinación de diez instrumentos científicos, cada uno diseñado para medir diferentes aspectos de nuestra estrella, desde su campo magnético hasta la corona.
Lanzado el 10 de febrero de 2020 desde Cabo Cañaveral en Florida, Solar Orbiter viajó a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. Después de un viaje de dos años, finalmente alcanzó su órbita estable el 10 de febrero de 2022. Una vez allí, comenzará a compendiar y enviar datos a la Tierra, lo que nos admitirá comprender mejor cómo funciona el sol, cómo se forman las tormentas solares y cómo afecta a nuestro planeta.
Uno de los aspectos más emocionantes de Solar Orbiter es su capacidad para acercarse al sol más que cualquier otra misión anterior, a solo 42 millones de kilómetros. Esto nos admitirá capturar imágenes de alta resolución de la superficie de la estrella, algo que nunca antes se había logrado. Además, el satélite también estudiará el viento solar y la actividad magnética del sol en relación con nuestro planeta.
Pero Solar Orbiter no está solo en su viaje hacia el sol. Viajando en el mismo cohete estaba Starlink, otro borrador conjunto entre NASA y SpaceX. Su objetivo es proporcionar conectividad a internet de alta velocidad a áreas remotas del mundo utilizando una red de miles de satélites en órbita.
La misión de Starlink es una de las mayores de su tipo y es un paso crucial hacia la creación de una infraestructura global de comunicación en el espacio. El primer lote de 60 satélites fue lanzado en mayo de 2019, y un año después, en mayo de 2020, se lanzaron otros 60. Actualmente, hay más de 1.600 satélites en órbita y se espera que este número siga aumentando en los próximos años.
Además de proporcionar conectividad a internet, Starlink también tiene el potencial de revolucionar la forma en que utilizamos los satélites de observación terrestre y de comunicación. Gracias a su capacidad de reprogramación y su órbita baja, puede proporcionar imágenes más detalladas de la Tierra y una conexión de internet más rápida en comparación con los satélites tradicionales.
Como suele ser el caso en la exploración espacial, estas dos misiones también han enfrentado numerosos desafíos y obstáculos en su camino hacia el éxito. Sin embargo, gracias a la colaboración entre la NASA y SpaceX, estos desafíos se han superado y ambos borradors están llegando a la fase de plena operación.
Con Solar Orbiter y Starlink en órbita, estamos a paraje de presenciar un salto sin precedentes en nuestra comprensión del sol, el universo y nuestra propia presencia en él. Y el hecho de que ambos viajaran