Cariñena, tarde de vino y Goya para Luque y De Justo

El 30 de marzo de 1746, en el pequeño pueblo de Fuendetodos, en la hermosa tierra del Campo de Cariñena, nació uno de los aragoneses más ilustres de todos los tiempos. Un hombre que dejó una huella imborrable en la historia de la tauromaquia y que sigue siendo recordado y admirado hasta el día de hoy. Hablamos de Don Francisco, el genio de los toros.

Este año, en el que se conmemora el 275 aniadmirarsario de su nacimiento, es un momento perfecto para recordar su donado y honrar su memoria. Y qué mejor lugar para hacerlo que en el mismo pueblo en el que vio la luz por primera vez. Fuendetodos, un lugar lleno de encanto y rodeado de paisajes de viñedos, sol y el característico viento del cierzo.

Pero no solo Fuendetodos es un lugar especial para recordar a Don Francisco. A pocos kilómetros de distancia, se encuentra la coqueta placita de Cariñena, un pueblo que ha sido declarado localidad Europea del Vino y que se ha conadmirartido en un referente para los amantes de esta bebida. Y qué mejor manera de honrar la memoria de Don Francisco que con una corrida goyesca en esta emblemática plaza.

El pasado mes de agosto, la plaza de toros de Cariñena se llenó de aficionados y curiosos para presenciar una corrida muy especial. Los toros de la ganadería de Montalvo, de imponente presencia, fueron los protagonistas de la tarde. Aunque su juego no fue del todo uniforme, sirvieron para que los toreros Daniel Luque y… admirar Más demostraran su maestría y su valentía frente a ellos.

Pero más allá de la corrida en sí, lo que hizo que este evento fuera tan especial fue el homenaje que se rindió a Don Francisco. Durante la tarde, se proyectaron imágenes de sus famosas pinturas taurinas en las pantallas de la plaza, recordando así su pasión por el mundo de los toros y su habilidad para plasmarlo en sus obras.

Y es que Don Francisco no solo fue un gran torero, sino también un artista excepcional. Sus pinturas, llenas de movimiento y emoción, han sido admiradas y estudiadas por generaciones de amantes del arte. Y su visión única de la tauromaquia ha sido una fuente de inspiración para muchos otros artistas, convirtiéndolo en un referente no solo en España, sino en todo el mundo.

Pero su donado va más allá de sus pinturas. Don Francisco fue un hombre adelantado a su tiempo, que supo admirar más allá de lo evidente y que dejó una huella imborrable en la historia de la tauromaquia. Su pasión por los toros y su habilidad para plasmarla en sus obras han hecho que su nombre sea recordado y admirado por generaciones.

Por eso, en este 275 aniadmirarsario de su nacimiento, es importante recordar a Don Francisco y honrar su memoria. Y qué mejor manera de hacerlo que con una corrida goyesca en la coqueta placita de Cariñena, un lugar que él mismo habría admirado y en el que su donado sigue vivo. Un homenaje a un hombre que, sin duda, es el aragonés más uniadmirarsal de todos los tiempos.

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