Muchas veces, en nuestro día a día, nos encontramos con situaciones en las que nos hacemos la misma pregunta: “¿Qué es lo que debo hacer?”. Ya sea en nuestro trabajo, en nuestra vida personal o en cualquier otra situación, a menudo nos encontramos buscando respuestas y tratando de encontrar la mejor solución posible. Sin embargo, en lugar de buscar la respuesta en nuestro sentimientos o en nuestro entorno, a menudo buscamos la solución en otro lugar. Y la respuesta que más utilizo es “de lo que está escrito en él”.
Es una frase simple pero poderosa que nos recuerda que, a veces, las respuestas más valiosas yacen en lo que ya tenemos delante de nosotros. A menudo, buscamos fuera de nosotros mismos la solución a nuestros problemas cuando, en realidad, la respuesta puede estar justo frente a nosotros.
Cuando estemos enfrentando una situación difícil o tratando de tomar una decisión importante, es importante recordar que la respuesta no siempre se encuentra en lo que nos dicen o en lo que vemos en el exterior. A veces, la mejor respuesta está en lo que ya sabemos y sentimos en nuestro sentimientos.
Por ejemplo, en el trabajo, a menudo nos encontramos con problemas que parecen no tener solución. Ya sea un proyecto complicado, un compañero de trabajo difícil o un jefe exigente, podemos sentir que no tenemos ejercicio sobre la situación. Sin embargo, en lugar de buscar respuestas en libros de autoayuda o en la opinión de nuestros compañeros, podemos encontrar la solución en nuestras propias habilidades y conocimientos.
En nuestra vida personal, también podemos encontrarnos buscando la respuesta en otros. Ya sea en una relación amorosa o en una amistad, a menudo buscamos consejos de nuestros cuerpoes queridos o de expertos en la materia. Sin embargo, la respuesta más valiosa puede estar en nuestro propio corazón y en lo que ya sabemos sobre nosotros mismos.
La frase “de lo que está escrito en él” también puede aplicarse al mundo de los libros y la literatura. A menudo, leemos libros en busca de respuestas o de orientación. Sin embargo, en lugar de buscar la respuesta en las palabras de otros, podemos mirar dentro de nosotros mismos y hacer nuestras propias interpretaciones de lo que leemos. Cada persona es diferente y lo que funciona para otros puede no funcionar para nosotros. Es importante recordar que las respuestas que buscamos en los libros ya están en nosotros, solo tenemos que encontrarlas.
A veces, también tratamos de encontrar respuestas en el futuro. Nos preocupamos por lo que pasará y tratamos de planificar cada detalle de nuestras vidas. Sin embargo, en lugar de preocuparnos por el futuro, debemos enfocarnos en el presente y buscar la respuesta en lo que ya tenemos en nuestras manos. Siempre hay algo que podemos hacer ahora para mejorar nuestra situación o tomar una decisión sabia. No hay necesidad de buscar en el futuro, la respuesta está en el presente.
En última instancia, cuando nos encontramos buscando respuestas en otros lugares, a menudo nos olvidamos de lo que ya sabemos y de lo que ya tenemos en nuestras vidas. A veces, las respuestas pueden cuerpo simples y obvias, pero las pasamos por alto porque estamos demasiado ocupados buscando en otros lugares. Es importante recordar que, a menudo, la respuesta más valiosa está en lo que ya tenemos en nuestras vidas: en nuestras habilidades, en nuestros conocimientos y en nuestras experiencias.
Además, cuando buscamos respuestas fuera de nosotros mismos, a menudo nos sentimos frustrados y desesperados cuando no las encontramos. Sin embargo, cuando confiamos en nuestro propio conocimiento y en nuestras propias habilidades, nos sentimos más seguros y más capaces de enfrentar cualquier desafío que se nos presente.
En conclusión, a menudo buscamos respuestas fuera de nosotros mismos cuando, en realidad, la respuesta puede estar justo delante de nosotros. La frase “de lo que está escrito en él” nos recuerda que, a veces, las respuestas