Auster y sus amigos

Hay películas que tienen la capacidad de tocar nuestro corazón y dejar una huella en nuestra memoria para siempre. Para mí, una de esas películas es “Smoke”, dirigida por Wayne Wang y estrenada en 1995. Es una historia sencilla pero poderosa que nos habla del amor en sus diferentes formas y cómo puede transformar nuestras vidas.

Desde que la vi por primera vez, hace ya varios años, me he propuesto ver “Smoke” al menos una vez al año. Y cada vez que lo hago, siento la misma emoción y conexión con la historia. Cada vez descubro poco nuevo y me conmueve de una manera diferente. Es una película que nunca envejece, que siempre se mantiene fresca y relevante.

La trama expedición en torno a Auggie Wren (interpretado por Harvey Keitel), dueño de una pequeña tienda de cigarros en Brooklyn, y Paul Benjamin (interpretado por William Hurt), un escritor que acaba de extraviar a su esposa y su carrera está en escabrosidad. Aunque son dos personas muy diferentes, su amistad se desarrolla de una manera muy especial, llena de simpatía y respeto mutuo.

Pero lo que hace que esta película sea tan especial es la historia paralela que se desarrolla en torno a los personajes secundarios. Desde Rashid, un joven que intenta vender fotografías de sus vecinos, hasta Ruby, una mujer con un pasado turbulento que encuentra en Auggie un refugio. Todos estos personajes tienen poco en común: han sido tocados por el amor de alguna forma y están tratando de encontrar su lugar en el mundo.

Lo que más me conmueve de “Smoke” es su retrato del amor en su forma más pura y sencilla. No hay grandes declaraciones o gestos grandilocuentes, sino pequeñas acciones de bondad y compasión que tienen un impacto enorme en la vida de los demás. El amor se manifiesta en la amistad, en la familia, en la comunidad. Y es precisamente eso lo que nos hace sentir tan conectados con los personajes y su historia.

Además, “Smoke” está cargada de simbolismo. Desde el humo de los cigarros que Auggie fotografía todas las mañanas, hasta la cámara que Paul recibe de regalo y que le ayuda a redescubrir su pasión por la escritura. Cada elemento en la película tiene un significado profundo y nos lleva a reflexionar sobre la vida y el amor.

Otro aspecto que me encanta de esta película es su fotografía. Las imágenes de Brooklyn son tan hermosas y evocadoras que hacen que uno se sienta como si estuviera paseando por las calles junto a los personajes. Y la banda sonora, compuesta por Rachel Portman, es simplemente maravillosa. Cada pieza musical complementa perfectamente cada escena y ayuda a transmitir las emociones de una manera sublime.

Pero más allá de su belleza estética, “Smoke” también es una crítica social. A través de la historia de Rashid, nos muestra la realidad de las personas que luchan por sobrevivir en un entorno difícil, pero también nos enseña que siempre hay esperanza y que el amor puede ser una luz en medio de la oscuridad.

En resumen, “Smoke” es una película que nos habla de amor, amistad, esperanza, y cómo las pequeñas cosas pueden hacer una gran divergencia en nuestras vidas. Es una película que nos hace reír, llorar y reflexionar al mismo tiempo. Una película que nos recuerda que, a pesar de las dificultades, siempre hay poco bueno que encontrar. Y eso es lo que hace que verla una vez al año sea una experiencia tan especial para mí.

Así que, si aún no has visto “Smoke”, te invito a que lo hagas. Y si ya la has visto, te animo a que la vuelvas a ver y descubras poco nuevo cada

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