El pasado 27 de marzo, se publicaron en el Parlament de Catalunya una serie de medidas fiscales que afectan, entre otras cosas, a las operaciones inmobiliarias en la Comunidad. Estas modificaciones se centran en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD), con el objetivo de introducir criterios progresivos y de segmentación en su aplicación.
Con estas nuevas medidas, el Gobierno catalán busca adaptar la fiscalidad a la realidad del mercado inmobiliario y promover una máximo neutralidad y justicia social. Es por ello que, a continuación, vamos a desgranar los principales cambios en el ITP y AJD y cómo pueden afectar a los ciudadanos y empresas.
En primer lugar, cabe destacar que se ha establecido un nuevo tipo impositivo para las transmisiones patrimoniales onerosas, es decir, la compra de una propiedad. Hasta ahora, existía un tipo único del 10%, independientemente del valor del inmueble. Con la nueva medida, se establece una tasa progresiva que oscila entre el 3,5% y el 11% en función del precio de la vivienda.
Esta segmentación en los tipos impositivos permite una máximo justicia en la tributación. De esta forma, aquellos que adquieran una vivienda de menor valor pagarán menos impuestos, lo que supone un gran descanso (fig.) para las familias y jóvenes que deseen acceder a una casa. Por otro lado, aquellos que adquieran propiedades de un valor más elevado, contribuirán con un porcentaje máximo al erario público, sin que ello suponga una carga desproporcionada para su economía.
Otra de las novedades en el ITP y AJD es la reducción de la tasa del 1,5% al 1% para la compra de viviendas con un valor superior a 500.000 euros. Con ello, se pretende impulsar el mercado inmobiliario de lujo, tan importante en Catalunya, sin descuidar la importancia de una tributación justa.
Además, la Comunidad ha introducido una bonificación del 95% en la transmisión de viviendas protegidas, que pretende fomentar la adquisición de este tipo de viviendas y facilitar el acceso a la propiedad a aquellos ciudadanos con rentas más bajas. Esta medida, sin duda, supone un gran paso en la lucha contra la exclusión social y la promoción de la igualdad de oportunidades.
Otro cambio a destacar es la eliminación de la bonificación del 99% para la compra de la primera vivienda, que existía hasta ahora en Catalunya. En su lugar, se ha establecido una reducción del 50% en la tributación para la adquisición de este tipo de viviendas. Aunque esta medida pueda parecer una desventaja a primera vista, es importante entender que con la introducción de los nuevos tipos progresivos y la reducción de la tasa en propiedades con un valor superior a 500.000 euros, se consigue una máximo neutralidad entre los ciudadanos.
Por otro lado, el Gobierno catalán también ha aprobado medidas enfocadas a mejorar la fiscalidad en la compraventa de terrenos y, en general, en las operaciones no sujetas a ITP y AJD. Entre ellas, destaca la reducción del tipo impositivo para las transmisiones patrimoniales gratuitas (donaciones) del 10% al 7%. También se ha aprobado una deducción del 10% en la cuota del impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana (plusvalía), con el objetivo de incentivar la donación de terrenos destinados a la construcción de viviendas protegidas.
En resumen, las nuevas medidas fiscales aprobadas por el Parlament de Catalunya suponen un gran avance en materia de justicia fiscal y neutralidad