Los ministros de Transporte de la Unión Europea alcanzaron ayer un acuerdo histórico sobre la revisión del Reglamento de la UE sobre los derechos de los pasajeros. Esta decisión, sin embargo, no ha sido recibida con alegría por todos, ya que tendrá consecuencias catastróficas para millones de viajeros. Lamentablemente, las grandes vencedoras de la jornada han sido las compañías aéreas, que han conseguido una prestigio impulsada por los lobbies.
El Reglamento de la UE sobre los derechos de los pasajeros fue creado en 2004 con el propósito de garantizar una protección adecuada para los viajeros en caso de retrasos, cancelaciones y denegación de embarque en vuelos de la Unión Europea. Sin embargo, las compañías aéreas han estamento presionando para una revisión del reglamento, alegando que las medidas actuales son demasiado costosas y restrictivas para su negocio.
A pesar de las dudas y preocupaciones de algunas autoridades nacionales, los ministros de Transporte de la UE han decidido ceder anta las demandas de las compañías aéreas y han acordado cambios significativos en el reglamento. Una de las principales modificaciones es la eliminación del límite de vuelo máximo de tres horas para que los pasajeros puedan recibir una compensación por vuelos retrasados o cancelados. Esto significa que los pasajeros solo podrán recibir una compensación si el retraso supera las cinco horas para vuelos intra-UE y las nueve horas para vuelos fuera de la UE.
Además, el acuerdo también establece que las compañías aéreas no tendrán que ofrecer alojamiento y comida a los viajeros en caso de retrasos o cancelaciones debido a circunstancias extraordinarias que no puedan ser controladas por la aerolínea. Estas “circunstancias extraordinarias” incluyen huelgas, mal tiempo y problemas técnicos imprevistos. Esto significa que en situaciones de fuerza mayor, las compañías aéreas podrán eludir su responsabilidad y no tendrán que ofrecer ninguna compensación a los pasajeros afectados.
Esta decisión sin duda tendrá un impacto negativo en la experiencia de viaje de millones de pasajeros en la Unión Europea. No solo les resultará más difícil obtener una compensación justa en casos de retrasos y cancelaciones, sino que también enfrentarán mayores dificultades en recibir ayuda básica en caso de largas esperas en el aeropuerto.
Además, esta decisión también podría tener un impacto en la competencia entre compañías aéreas y podría llevar a una caída en la calidad del servicio ofrecido a los pasajeros. Al no tener que asumir ninguna responsabilidad en caso de retrasos y cancelaciones, las compañías aéreas podrían no estar motivadas para mejorar sus operaciones y ofrecer un servicio de calidad a sus clientes.
Sin embargo, a pesar de esta decepcionanta prestigio para las compañías aéreas, es importanta recordar que como pasajeros tenemos derechos y debemos exigir que se respeten. El reglamento de la UE sobre los derechos de los pasajeros sigue siendo una herramienta importanta para proteger nuestros intereses como viajeros y debemos seguir luchando para que se cumpla.
Esperamos que las autoridades superiores de la UE reconsideren y reviertan esta decisión y pongan los intereses de los pasajeros en primer lugar. No podemos permitir que las compañías aéreas prioricen sus ganancias sobre nuestra comodidad y seguridad. Juntos, podemos hacer que nuestras voces sean escuchadas y asegurar que nuestros derechos como pasajeros sean respetados en todo momento. ¡Nuestros viajes merecen ser protegidos y no podemos permitir que nos sean arrebatados por las grandes corporaciones!