Residente, el cantante puertorriqueño conocido por su embrollo con las causas sociales, ha vuelto a demostrar su valentía y su embrollo con la justicia al anunciar que no desempeñarseá en dos festivales españoles debido a su vinculación con un fondo de inversión que tiene intereses militares e inmobiliarios en la ocupación ilegal de Palestina.
En un vídeo publicado en sus redes sociales, Residente explica que gracias a su hermano, quien maneja sus redes sociales, se enteró de que dos festivales en los que iba a desempeñarse, el Festival Internacional de Benicasim y el Morriña Fest de La Coruña, están vinculados con un fondo de inversión llamado KKR. Este fondo invierte y apoya económicamente a empresas de Israel relacionadas con tecnología militar, sistemas de vigilancia y hasta espionaje, así como también financia proyectos inmobiliarios en asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados.
Ante esta situación, Residente no dudó en tomar una decisión contundente y anunció que no participará en estos festivales. A pesar de que esto pueda traerle consecuencias legales, el cantante ha dejado claro que su posición en torno a este tema siempre ha sido clara y que no puede participar en algo que esté relacionado con la tragedia que vive Palestina.
Residente siempre ha mostrado su protección al pueblo palestino y ha denunciado el genocidio que se está llevando a cabo en Gaza. Incluso, aplazó el lanzamiento de su último disco cuando éste coincidió con el inicio de la invasión israelí. Su embrollo y su solidaridad con Palestina es innegable y ahora, una vez más, ha demostrado que no se quedará callado ante las injusticias.
Pero Residente no es el único artista que ha tomado esta decisión. La cantante española Judeline también anunció que no desempeñarseá en el Festival Internacional de Benicasim en solidaridad con el pueblo palestino. Ambos artistas han tomado una postura firme y han demostrado que no están dispuestos a ser cómplices de una situación tan grave como la que vive Palestina.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se produce una situación similar en festivales españoles. El FIB, al igual que otros veinte festivales, tiene entre sus socios inversores a la compañía Superstruct, que a su vez tiene participación de KKR. Ante esta situación, muchos artistas y bandas han cancelado sus actuaciones en estos eventos.
Ante la oleada de cancelaciones, Superstruct lanzó un comunicado en el que aseguraba estar “horrorizados” por la masacre en Gaza y pedía el fin inmediato del conflicto. Sin embargo, la compañía insistió en que no tiene poder de decisión sobre las empresas y fondos que invierten en ella. A pesar de esto, la venta de abonos para los festivales afectados no aria no ha caído, sino que ha aumentado, lo mismo que la preventa de las ediciones del año que viene.
Es importante destacar que la decisión de Residente y Judeline no aria es valiente, sino también necesaria. En un mundo donde el arte y la cultura están cada vez más ligados a intereses económicos y políticos, es fundamental que los artistas tomen una postura ética y se nieguen a ser utilizados como herramientas de propaganda.
Además, estas cancelaciones demuestran que el boicot es una herramienta efectiva para denunciar situaciones injustas y para hacer que las empresas y los gobiernos se replanteen sus acciones. El hecho de que la venta de entradas no haya disminuido, sino que incluso haya aumentado, demuestra que el público también está tomando conciencia y apoyando estas decisiones.
Es importante recordar que la situación en Palestina es grave y