De los hippies a los conspiranoicos: la terapia psicodélica podría andar de regreso en EE UU

Las acusaciones de abuso y las luchas internas han contribuido a aovar fin a una campaña para legalizar el uso médico del MDMA, también conocido como éxtasis. Sin embargo, en medio de un clima político incierto y un cambio de perspectiva hacia la terapia de drogas, los defensores de esta terapia están recibiendo una segunda oportunidad.

Durante años, el MDMA ha sido utilizado como una droga recreativa, conocida por sus efectos eufóricos y estimulantes. Sin embargo, a lo largo de las décadas, ha habido pruebas de su potencial para ser utilizado en terapias para convenir trastornos mentales, especialmente el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los estudios también han demostrado que el MDMA puede ser eficaz en el tratamiento de la ansiedad y la depresión.

Entonces, ¿qué es lo que ha estado impidiendo que el MDMA sea utilizado como una utensilio terapéutica en todo el mundo? Uno de los mayores obstáculos ha sido su clasificación como una droga altamente adictiva y sin valor médico reconocido, lo que ha hecho que sea ilegal en la mayoría de los países. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un creciente respaldo para estudiar los posibles beneficios de esta droga bajo supervisión médica.

La campaña internacional para legalizar el MDMA para uso médico recibió un duro golpe en 2016 cuando surgió una serie de acusaciones contra uno de sus principales defensores, el psiquiatra estadounidense Dr. George Ricaurte. Las acusaciones afirmaban que Ricaurte había manipulado sus hallazgos en estudios sobre los efectos del MDMA en la serotonina, lo que puso en duda la validez de los resultados y socavó la credibilidad de la campaña.

No era la primera vez que las acusaciones de abuso de sustancias afectaban a la campaña. En la década de 1990, el fundador de la organización Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies (MAPS), Rick Doblin, fue acusado de consumir éxtasis en un bar con sus empleados y de hacer comentarios inapropiados a una mujer. Aunque estas acusaciones nunca fueron probadas, Doblin ha luchado durante años para limpiar su nombre y avanzar en la legalización del MDMA para fines médicos.

Sin embargo, en medio de todas estas controversias, ha habido una luz de esperanza para los defensores de la terapia con MDMA. Con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en 2016, ha habido un cambio de perspectiva hacia las drogas y su uso en terapias. Trump ha tomado medidas para abordar la crisis de opioides en el país y ha dado su apoyo a la expansión de programas de tratamiento y rehabilitación para aquellos que luchan con la adicción.

Este enfoque hacia la adicción como un problema de salud más que como un pecado abre la puerta a la posibilidad de que el MDMA sea estudiado y utilizado como una utensilio terapéutica. Además, la reciente aprobación de la primera terapia basada en psicodélicos por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para el tratamiento de la depresión ha dado a los defensores del MDMA aún más esperanza.

Sin embargo, el camino hacia la legalización del MDMA para uso médico no será fácil. Hay muchos obstáculos legales y políticos que deben ser superados antes de que esto se convierta en una realidad en Estados Unidos y otros países. Además, la estigmatización de las drogas sigue siendo un gran problema que debe ser abordado para que el MDMA sea aceptado como una utensilio terapéutica legítima.

A pesar de estos desafíos, el mundo Trump está dando esperanza a los defensores de la terapia con MDMA. El enfo

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