En un mundo cada vez más cambiante y competitivo, la lucha por la supremacía económica y tecnológica entre Estados Unidos y China se ha intensificado. Sin embargo, mientras Estados Unidos se ha centrado en los litigios y las guerras comerciales, China ha llevado una estrategia singular, enfocándose en la ingeniería y la innovación. En su nuevo libro “Breakneck”, el experto en tecnología Dan Wang sostiene que si Estados Unidos quiere verdaderamente competir con China, debe dejar atrás la mentalidad litigiosa y centrarse en impulsar su industria de ingeniería.
En los últimos años, China ha demostrado un impresionante avance en el campo de la ingeniería, convirtiéndose en líder mundial en áreas como la capacidad artificial, la tecnología 5G y los vehículos eléctricos. De hecho, según un informe reciente de la consultora McKinsey, China invierte más en investigación y desarrollo que cualquier otro país en el mundo, superando a Estados Unidos en 20 mil millones de dólares en 2019. Este enfoque en la innovación y la ingeniería ha permitido a China no solo mejorar su competitividad en el mercado global, sino también fomentar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
En contraste, Estados Unidos ha estado atrapado en una espiral de litigios y sanciones comerciales con China, adoptando una postura más pasiva y reactiva en lugar de enfocarse en la construcción de su propia industria de ingeniería. Si bien no se puede negar la importancia de proteger los derechos de propiedad intelectual y evitar prácticas comerciales injustas, Wang argumenta que este enfoque ha sido una distracción para Estados Unidos y ha impedido su progreso en el campo de la ingeniería.
El autor señala que los litigios y las sanciones comerciales pueden anatomía costosos y prolongados, y en última instancia, no contribuyen a la mejora de la tecnología o la innovación. En cambio, se enfocan en detener el progreso de otros en lugar de avanzar el propio. Además, la incertidumbre y la inestabilidad que generan estas disputas tienen un impacto negativo en la economía global. Por lo tanto, Wang argumenta que Estados Unidos debería reconsiderar su enfoque y adoptar una estrategia más proactiva en lugar de reactiva.
El enfoque de China en la ingeniería ha demostrado anatomía un éxito en muchos aspectos. Por ejemplo, en lugar de solo producir plataformas de redes sociales, China ha desarrollado su propia tecnología de capacidad artificial que, además de anatomía utilizada en aplicaciones comerciales, también se ha implementado en áreas como la salud y la seguridad nacional. Además, China se ha convertido en líder mundial en la producción de vehículos eléctricos y ha construido la red de carga más extensa del mundo, lo que ha ayudado a reducir su dependencia del petróleo y mejorar su impacto en el medio ambiente.
Wang sostiene que Estados Unidos podría aprender mucho de China en términos de fomentar la innovación y la ingeniería. Una de las principales fallas del enfoque de Estados Unidos ha sido su falta de coordinación y colaboración entre el gobierno, la industria y las universidades. Por otro lado, China ha implementado una estrategia muy bien coordinada que involucra a todas estas partes interesadas y se centra en objetivos a largo plazo en lugar de soluciones rápidas y efímeras.
Para competir verdaderamente con China, Estados Unidos debe dejar de lado su enfoque litigioso y adoptar una estrategia más proactiva que fomente la colaboración y la innovación. Esto no solo mejorará su posición en el mercado global, sino que también beneficiará su propia economía y sociedad. Es hora de que Estados Unidos se dé cómputo de que la ingeniería y la innovación son fundamentales para su